VOX: DE TODO MENOS LIBERAL

09.12.2018 21:36

Desde las elecciones andaluzas del pasado fin de semana no se ha hablado de otra cosa que no sea Vox. En todas y cada una de las televisiones, en todos y cada uno de los periódicos, y en todas y cada una de las radios. Lo preocupante de todo esto, es que prácticamente ningún analista político o económico tiene un punto de vista moderado sobre Vox. O lo amas o lo odias. No hay término medio. Este suele ser el caso casi siempre con los partidos populistas, tanto en la derecha como en la izquierda, que tienden a polarizar la opinión y generar una mayor violencia dialéctica de la ya de por si inherente al campo político. Relaté hace unas semanas en un hilo de Twitter mi experiencia personal con y en el partido hace tan solo tres años, siendo esta una experiencia que no me gustaría nunca repetir, pero que me demostró que muchos partidos hoy en día prostituyen la palabra “liberalismo” y la usan de careta para cualquier ideología que se precie. Y esto sí me preocupa. Bueno, a mí y a todos los que pretendemos mantener la limpieza del termino “liberalismo” y alejarlo de ideologías polarizadoras a ambos extremos del espectro político. 

 

Como muchos de ustedes ya sabrán, en temas morales y sociales soy asimismo ampliamente liberal, es decir, creo que la intervención del Estado en temas como matrimonio homosexual, gestación subrogada, producción y comercio de drogas… debería de ser mínima, y cada individuo debería tener legitimidad para consumir y hacer lo que quisiera, cuando quisiera y con quien quisiera (respetando siempre el principio de no injerencia en un tercero); sin que el Estado deba intervenir lo más mínimo. Por esto y muchas más cosas, mi mentalidad e ideología política choca frontalmente con el programa de Vox. Pero la parte “moral” o “social” del programa ya ha sido ampliamente comentada por otros analistas, por lo que hoy me gustaría centrarme única y exclusivamente en el programa económico de Vox, que, dicho sea de paso, no tiene ni pies ni cabeza.

 

Antes de pasar a comentar minuciosamente el programa económico de Vox, me gustaría clarificar un concepto, que al parecer a la gente no le suele quedar muy claro. Bien, el liberalismo no es simplemente “bajar impuestos”, como muchos piensan, el liberalismo en materia fiscal se caracteriza por promover la competencia fiscal y la estabilidad presupuestaria (entendámoslo como tratar de reducir el déficit y el peso de la deuda publica/PIB). Es decir, bajar impuestos al estilo Trump, a la vez que se aumenta o mantiene el gasto, e incrementa de manera brutal el déficit a casi un 4%, ¡NO es liberalismo, es keynesianismo! Pero bueno, ya lo define a la perfección la economista María Blanco: “Los conservadores son carcas a los que les gusta pagar pocos impuestos.” Quede claro, por tanto, que un programa que desprende un tufo a un tremendo aumento del déficit y el desequilibrio de las cuentas públicas, por mucho que pretenda bajar los impuestos, nunca podrá ser considerado como liberal. 

 

Ahora sí, empecemos. 

 

En primer lugar, comencemos por la medida estrella del programa de Vox. Vox plantea suprimir el Estado autonómico y crear un estado absolutamente unitario y centralizado. Esto claramente es una propuesta iliberal, ya que todos los teóricos del liberalismo, desde John Adams; padre fundador de los EE. UU., hasta Mises, pasando por Bastiat han advocado por los Estados descentralizados y potentes regímenes de competencia fiscal entre las regiones, incluso defendiendo modelos federalistas. Pero lo más curioso de todo es que esta es la gran propuesta de Vox para reducir el gasto público. Vaya… que curioso. Pero es aún más curioso si comparamos el gasto público de los Estados centralizados del mundo como Francia, frente a Estados descentralizados al completo como EE. UU. o Australia. Recordemos que Francia, con un Estado totalmente centralizado maneja un gasto publico del 57%/PIB, mientras en Australia es del 37%. Los Estados descentralizados suelen asimismo tener incluso menores niveles de regulación. Esperen, porque todavía no ha llegado lo mejor… y es que Vox promete centralizar el Estado, pero mantener los puestos de trabajo de todos los funcionarios de las AAPP… ¡sorpresa! Por no hablar de la extrema dificultad de llevar a cabo esta propuesta, ya que tendrían que tener prácticamente control sobre más de 4/5 del Congreso y otros tantos del Senado para poder eliminar las CCAA… lo que viene siendo una medida utópica, y por ende populista. No olviden que esta es su “medida estrella”.

 

La fiesta solo acaba de empezar. Vayamos al programa fiscal. 

 

En España se recaudan cerca de 77.000 millones de euros de IRPF y otros 23.000 millones de Sociedades. Vox propone un tipo único del 20% hasta los 60.000 euros y un tipo del 30% para todos aquellos que cobren más de dicha suma. Esta propuesta me parece maravillosa, eso sí, le falta un factor muy importante… ir acompañada de recortes de gasto. Es verdad que la curva de Laffer funciona, y la recaudación incluso podría llegar a aumentar para dichos niveles… pero la curva de Laffer mide efectos temporales por atracción de nuevo capital y generación de nueva actividad… ¡no mide efectos permanentes! Debemos recordad en este punto, que Vox ha propuesto “no recortar prestaciones del Estado de Bienestar, lo que, unido a su política fiscal, generaría un tremendo déficit… al estilo Trump. En EE. UU., con Trump, ha aumentado la recaudación, pero un simple mantenimiento del gasto público ha disparado el déficit casi al 4% anualizado… porque una cosa son los efectos cíclicos o temporales y otros los efectos estructurales. Y eso la gente no lo termina de entender. Al igual que Vox en su programa en ningún momento habla de como reducir el déficit actual de más de 18.000 millones de la Seguridad Social, cosa que programas económicos, como por ejemplo, el de Pablo Casado si analiza. Realismo y posibilismo contra populismo. 

Como siempre, me encuentro falto de espacio para desarrollar a fondo mis ideas, pero para no resultarles tedioso, elaboraré solo un punto más. Hablemos de inmigración. En este sentido, Santiago Abascal, líder de Vox, en varias ocasiones ha afirmado estar a favor de “proteger y defender el producto nacional”, a la vez que cree que es labor del Estado defender el empleo español frente a la inmigración. Como ya sabrán ustedes yo soy personalmente pro-inmigración, y por ello, pienso combatir al populismo con datos. Un informe de la Oficina Económica de La Caixa; el cual ya hemos comentado en ocasiones anteriores, estima que el 30% del crecimiento económico desde 1995 hasta hoy en día se debe a la llegada de inmigrantes a España, permitiendo una mayor formación y revalorización de los empleados nativos. Por otro lado, otro informe, esta vez del Fondo Monetario Internacional, estima que entre el año 2000 y 2005, un 50% del crecimiento del PIB se debió al valor añadido aportado por la población inmigrante. Asimismo, analista del principal foco económico del mundo, el Banco Mundial, concordando con la opinión del FMI, consideran que España requiere aumentar su población inmigrante para poder revalorizar las pensiones públicas en un futuro. Pero claro, los populistas de Vox no se han leído los datos. Vox, en su programa económico; reafirmado en varias entrevistas, expresa la necesidad de proteger a las empresas españolas frente a la incipiente competición internacional de la globalización. Recordemos también, que Vox es abiertamente euroescéptico y no cree en un proyecto europeo común como es la UE, que tanto progreso ha traído a países como España, y tanto ayuda a las potencias emergentes del Este de Europa. Por ende, como europeísta que soy, no puedo apoyar a Vox. 

En conclusión, me gustaría aclarar que no creo que Vox sea un partido fascista, ni mucho menos, ya que no es nacionalsocialista, ni antisemita, ni soberanista monetario… pero eso sí, no se puede tener el coraje de decir que el programa de Vox es liberal… ¡eso es una desfachatez! En mi opinión, Vox es un partido propio de la derecha nacionalista europea, y no debemos olvidar que son socios a nivel europeo del partido neofascista de Frente Nacional de Marine Le Pen; quien por cierto tiene muchísimas fotos con Abascal y le felicitó y celebró públicamente su resultado en las elecciones andaluzas, igual que Abascal el resultado de Frente Nacional en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Alguien que prefiere a Le Pen antes que a Macron no merece el más mínimo apoyo por mi parte. 

 

Si tras todo lo expuesto usted esta de acuerdo con el proteccionismo, los unicornios económicos, el aislacionismo político, el euroescepticismo… entonces, adelante, apoye y vote a Vox. Eso sí, no piense que ni usted ni Vox son liberales. 

 

 

 

 

 

 

 

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