A lo largo de la semana pasada y hasta el día de ayer, terminaron todos los partidos de presentar sus respectivos programas electorales. Cada uno en su línea y sin muchas novedades, aparte de la “Revolución Fiscal” del Partido Popular, ideada por Daniel Lacalle. Pero esto no es un análisis programático, ni mucho menos, ya que para eso tienen miles de otros artículos en internet. Este artículo va en defensa de una propuesta muy concreta que hasta ahora nadie se había atrevido a plantear de manera sería y directa. Sí, hablo del cheque escolar. Hasta ahora yo lo había comentado en alguna ocasión a nivel teórico e incluso analizado el efecto de este en algunos países de nuestro entorno, pero nunca me imaginé que en España alguien pudiese llegar a proponerlo. Y es una grata sorpresa. Vaya por delante que no soy simpatizante de Vox, por lo que el análisis de dicha propuesta está realizado desde la más absoluta neutralidad. Pero, antes de nada, ¿sabemos realmente lo que es el cheque escolar?
El cheque escolar tiene base académica y de investigación desde la década de 1950, cuando el Noble de Economía Milton Friedman propuso varios modelos de cooperación publico-privada para garantizar servicios básicos como educación o sanidad de manera más eficiente y con mayor libertad de elección. Y aquí es donde entra en juego el cheque escolar, tradicionalmente conocido como sistema de vouchers.Con este planteamiento, lo que Friedman proponía era que todas las familias independientemente de su renta pudiesen tener libertad de elección en materias como educación o sanidad.
El funcionamiento del sistema es el siguiente. El Estado proporciona un cheque mensual o anual a las familias (o bien a todas, o solo a aquellas por debajo de cierto nivel de renta) para que estas puedan decidir libremente a que colegio llevar a sus hijos y que educación pueden recibir estos. El cheque escolar garantizaría la accesibilidad a educación tanto pública como privada, ya que se calcula en base a una media del coste por alumno entre educación pública y privada. Muchos de ustedes estarán pensando quizás que al meter la educación pública en la educación devaluará la aportación del cheque, pero no es así, ya que en España (al igual que en muchos otros países europeos) el coste medio por alumno en la educación pública es mayor que el coste medio por alumno en la educación privada. Según el informe anual “Datos y cifras del curso escolar”; que extrae datos de varios organismos oficiales; el gasto anual por alumno en la educación pública es de 7.861 euros; frente a los 6.071 euros de media de la Unión Europea. Mientras tanto, el precio medio anual de muchos colegios privados oscila entre 3.000 y 5.000 euros al año; entre los que se encuentran prestigiosos colegios como el Liceo Francés o el Colegio Alemán.
Lo que trato de demostrar a través de estos cálculos es que el cheque escolar es perfectamente financiable, y no solo eso, sino que aumentaría la eficiencia de la inversión en educación y permitiría un nivel de elección educativa prácticamente en su totalidad a los padres. Al recibir este cheque, los padres pueden elegir libremente el centro al que llevar a sus hijos. Este es un pilar básico. La educación no debe estar gestionada de manera centralizada por los burócratas de turno. ¿Acaso saben los políticos todas las diferentes necesidades o intereses que pueden tener las familias? Imaginen una familia de inmigrantes chinos, que desean que sus hijos reciban clases de mandarín, pero que no podrían pagar un colegio privado que las ofreciese. Pues bien, con el sistema educativo actual no les quedaría más remedio que resignarse, mientras que con el cheque escolar podrían elegir libremente a que colegio llevar a sus hijos acorde a las preferencias educativas de la familia. O si, por otro lado, los padres desean que su hijo reciba una educación más intensiva en STEM o Humanidades, podrán llevar libremente a sus hijos a centros especializados en dichas materias. Cosa que actualmente las familias con pocos recursos no pueden hacer. El cheque escolar es la política más inclusiva y de progreso conjunto de la sociedad que puede existir. Es una política que realmente protege y ayuda a prosperar a los más débiles y desprotegidos. Porque la educación es la base del progreso socioeconómico de cualquier sociedad.
Por otro lado, un mayor volumen de alumnos inscritos en colegios privados haría que el nivel educativo incrementara de manera notable. No lo digo yo, lo dice el informe PISA. Según el último informe PISA que incluye información al respecto, al llegar a los 15 años, los alumnos en colegios públicos obtienen una puntuación media de 489 puntos en la prueba de competencias, mientras que los alumnos de centros privados obtienen de media una puntuación de 517 puntos. La diferencia de 28 puntos equivale a prácticamente un año entero de escolarización, tal y como explica UNIR en su informe Más allá de Pisa (https://www.unir.net/revista/especiales/informe-pisa/). Por último, piensen en la competencia. Si aumenta el número de potenciales clientes para la educación privada, aumentará asimismo la oferta educativa, y para tratar de atraer a esos clientes, los colegios tratarán de diferenciarse, especializándose en ciertas áreas o materias en las que serán mucho más competentes, aumentando así exponencialmente la calidad educativa y las opciones en el sistema. Asimismo, los padres que deseen seguir llevando a sus hijos a la pública podrán hacerlo libremente canjeando su cheque escolar en el colegio público de su elección. Eso sí, los colegios no recibirán ninguna subvención aparte de la cantidad de ingresos obtenida a través del cheque. Es decir, los colegios que no logren atraer suficiente demanda se verían forzados a cerrar. Algo que veo lógico y normal.
Otro de los puntos que me gusta de la propuesta de Vox, es que esta condición no se aplicaría a zonas rurales o de baja densidad poblacional, aportando fondos públicos adicionales a las escuelas publicas en esos lugares, para garantizar la escolarización de los niños que viven en municipios menos concurridos. Asimismo, todos los centros estarían obligados a cumplir con un currículo mínimo de materias independientemente de que fuesen públicos o privados, tal y como ocurre hoy en día, pero con la diferencia de que los centros educativos tendrían mayor libertad de especialización.
Para todos aquellos agoreros que no crean en el cheque escolar, solo cabe destacar que este ya ha sido probado con éxito en muchos países a lo largo y ancho del globo como pueden ser Nueva Zelanda, Australia, varias regiones de Italia, varios estados norteamericanos o Suecia. En todos los resultados han sido: menor gasto público de la mano con una mayor calidad educativa, aumentando la igualdad en resultados educativos entre regiones.
El modelo más similar al español es el modelo sueco, que se inició en el año 1992, a través de una ley que garantizaba la libertad de elección entre escuelas públicas o escuelas independientes. En 1993, la ley se amplía para que afecte también a escuelas de educación secundaria, reduciendo así el control estatal sobre la educación, pero garantizando una educación de calidad y un acceso universal a la misma. La reforma fue acogida con ímpetu por padres, profesores y alumnos. El éxito de la reforma se basa es que la mayoría de las escuelas privadas (muchas de ellas internacionales: como la alemana, inglesa, italiana o francesa; todas ellas de Estocolmo) han accedido a formar parte del sistema de cheque escolar, permitiendo acceder a dicha educación a muchos alumnos de familias menos pudientes que sin la implantación de este sistema, no habrían podido pagar dicha educación privada.
En conclusión, España ha suspendido en educación. El coste de la pública se encuentra entre un 20% y 27% por encima de la privada, y como hemos podido observar, los resultados de la educación pública son peores. Pero no solo eso, sino que nos encontramos por debajo de la media de la OCDE respecto al informe PISA. Por ello, es necesario implantar un sistema como el cheque escolar para garantizar una sana competencia en el sector educativo, promover una mayor eficiencia del gasto e instar a una mayor y mejor especialización. En definitiva, Vox acierta de lleno con su propuesta de introducir el sistema de cheque escolar en España. Y no seré yo quien lo niegue, ya que siempre apoyaré todas aquellas políticas que favorezcan una más amplia libertad individual.