El pasado lunes acudí a la presentación del nuevo libro de Diego Sánchez de la Cruz, el cual todavía no he tenido oportunidad de leer, pero parece ser un referente del liberalismo moderno. Durante la presentación, el gran Rodríguez Braun hizo referencia a una escena de una película de los hermanos Marx, a lo cual Diego, muy ingenioso le contestó: “Profesor, usted ha tenido suerte, nosotros que somos de la LOCSE en vez de los hermanos Marx, nos han tocado los hermanos Garzón”. Me entró un ataque de risa. La misma risa que me entró cuando en la noche del sábado, en un debate televisivo oí a Eduardo Garzón afirmar que “La renta básica no supondría un mayor ahogo fiscal, ya que el dinero fluye…”. Mejor no comentar.
En cuanto a la renta básica, ha sido un tema muy discutido últimamente en todos los parlamentos de los distintos países e incluso algún grupo parlamentario llegó a llevarlo a la Eurocámara. He de decir que no me podía creer cuando vi que en Finlandia actualmente se ha propuesto un experimento social basado en la Renta Básica Universal. El gobierno finlandés dará 560 euros a 2000 ciudadanos de distintas clases sociales y niveles de renta, restándoles a la vez algunas prestaciones sociales. Los promotores de esta prueba de laboratorio esperan que todo salga bien y que los unicornios económicos reduzcan la pobreza y el desempleo por el simple hecho de incrementar la renta per cápita en 560 euros, y no olvidemos, de manera artificial. El objetivo final que se ha fijado para esta RBU es reducir el índice de desempleo del país aún más de lo que actualmente está, encontrándose en el 8,1%.
Cada vez que oigo a alguien debatir o incluso mencionar la idea de la RBU se me viene a la cabeza la fábula del palo y la zanahoria, intentando engañar a la gente, diciéndoles que disponen de más dinero y que todo irá bien, mientras se dedican a incrementar la fuga de capitales del país debido al ahogo fiscal para cubrir los gastos. El dinero no crece en los árboles, y el empleo tampoco, aunque a algunos les cueste créelo. Una RBU nunca creará incentivos para promover la contratación, por lo tanto, de esta misma manera veremos una estagnación total y absoluta en términos de empleo y pobreza. Si en España nos quejamos de mercado intervenido, imagínenselo ustedes con una RBU, con un nivel de demanda agregada completamente inflado, y un cambio de esta misma hacia productos de bajo valor añadido, reduciendo la competencia del sector terciario en muchos casos debido a una locación ineficiente de recurso, por una renta no ligada al nivel productivo. Vamos, una verbena.
EN ESTE GRÁFICO OBSERVAMOS LA DISTRIBUCIÓN DE LA RBU EN FINLANDIA POR RANGO DE EDADES:
Actualmente en España, tenemos un desempleo cercano al 18,4%, bajando 2 puntos porcentuales solamente en un año, desde mediados del 2015, y contando que en este país todavía sufrimos muchísimas regulaciones y trabas burocráticas que sirven como desincentivo laboral, no solo para el empleador, sino también para el empleado. La RBU crea un espejismo a corto plazo en cualquier lugar que se imponga, el cual termina generando una gran burbuja de deuda estatal a largo plazo, que termina por explotar y convertir ese espejismo en agujero negro. El único objetivo de los programas de renta básica es la distribución de esta misma, como siempre, la búsqueda del igualitarismo inservible, tratando de imponer mayores impuestos a las rentas altas para generar una especie de impuesto retroactivo hacia las rentas más bajas en forma de RBU, lo cual en el largo plazo solo sirve para destruir a la clase media. Sean sinceros, ¿de verdad ustedes vivirían en un país en el que pasan de recibir servicios sociales, o meramente de poder adquirirlos de manera libre, a tener que pagar por ellos 5 veces más que otros ciudadanos y ni siquiera poder hacer uso? La única manera de financiar la RBU, para que alcanzase su objetivo (si es que tiene alguno) sería a través de un sistema de impuestos progresivos… aún más progresivos y diferenciales que actualmente. Es decir, cuanto más gane una persona, más porcentaje de sus ingresos le quitará el estado, mientras que para las que ganen menos su tipo impositivo será menor.
En España, gracias a una reducción de impuestos en los últimos años hemos podido ver como el nivel de salario medio ascendía a niveles superiores incluso a la época de la burbuja inmobiliaria, pasando de un salario medio de 21.789 euros en 2007, a uno de 26.659 euros en 2016, demostrando que la mejor política social para aumentar la renta disponible no es la RBU ni las propuestas de Vistalegre, sino un programa incentivo a la creación de empresas, reducción de impuestos y liberalización del mercado laboral.
PODEMOS VER COMO ESTÉ GRÁFICO NOS MUESTRA LA REDUCCIÓN DEL DESEMPLEO EN LOS ÚLTIMOS AÑOS EN ESPAÑA:
A lo largo del tiempo ha quedado demostrado que las políticas intervencionistas, disfrazadas de “sociales” son el chocolate del loro, y en particular con cierto apego a la RBU. Si nuestro objetivo es la búsqueda de una sociedad más prospera, a través de la disminución de la pobreza y un mayor empleo, se deben promover medidas liberalizadoras que mantengan un coste de vida bajo gracias a la competencia del mercado y un salario alto con tasas cercanas al pleno empleo, debido a una producción centrada en el valor añadido. La creación de empresas debe de ser fácil a través de la reducción de la burocracia y el papeleo sin sentido, acerquémonos más a Singapur, donde solo se tarda 1 día de media en crear una empresa, y no tanto a Grecia o Italia. Y, sobre todo, reduzcamos nuestro Impuesto de Sociedades desde el 25% en el que se haya para que nuestro PIB siga creciendo cerca de un 3% al año. Margaret Thatcher ya fue clara y concisa con una de las frases más populares de su vida, en referencia la RBU: "Si un hombre no quiere trabajar no debe comer".