LAS OSCURAS MENTIRAS DEL AUTOCONSUMO ENERGÉTICO

05.06.2016 21:13

 

En los últimos años hemos podido observar cómo, mientras los norteamericanos desarrollan una gran cantidad de energías renovables, con métodos mucho más productivos, como por ejemplo el “fracking”, convirtiéndose así en uno de los mayores exportadores de petróleo o energía eléctrica, haciendo que su mercado energético sea muy eficiente en comparación con el de otros continentes como por ejemplo Europa. En Europa, las instituciones relacionadas con el mercado de la energía no hacen más que proporcionar subvenciones, supuestamente para reducir el precio de los bienes de cara al consumidor, mientras que para lo único que realmente sirven esos apoyos financieros a empresas y determinados sectores es para volverlos más improductivos, generando una inflación en el precio a largo plazo. En nuestro continente a causa de esto se ha llegado incluso a formar una burbuja, la cual muchos partidos quieren potenciar supuestamente apoyando financieramente el llamado autoconsumo energético, mientras que en otros países ya mencionados previamente cada vez se liberaliza más el mercado, produciendo una mayor competencia y forzando unos precios más bajos. Del autoconsumo al cual nos referimos en España se trata de la instalación de un pequeño sistema eléctrico privado en una vivienda particular; generalmente paneles solares, para generar tu propia energía, que se utiliza para el consumo eléctrico. Esto a primeras suena a gloria, ya que nos imaginamos unos auto consumidores totalmente independientes del Estado, y los cuales afrontan sus propios gastos y beneficios, sin generar demasiados factores externos. Pero siento decepcionarles, porque la realidad no es siempre el unicornio que parece ser, y aquí veremos porqué.

Todo el mundo sabe que la producción de electricidad a través de la utilización de paneles solares suele ser más cara consumirla de la red eléctrica, ya que puede llegar a costar; según datos oficiales de Endesa, 130$/MWh, mientras que consumir electricidad de los mercados de empresas productoras de la red eléctrica suele estar en 45$/MWh, lo cual es un tercio del precio anterior.  Entonces, ¿Por qué un consumidor estaría interesado en instalar paneles solares en su casa? La respuesta es muy simple, porque en el fondo el coste no es mayor, ya que estas personas reciben subvenciones por parte del Estado para afrontar la diferencia de gasto. Es muy normal, y lo vemos en la mayoría de los mercados que los gobiernos aporten ayudas financieras para propulsar ciertas prácticas que se cree que son más eficientes y pueden ser más productivas en el futuro; pero con solo una diferencia con respecto al mercado energético, que los consumidores o productores suelen estar o en un mercado u otro, pero no con un pie en cada uno, tratando de llevarse los beneficios y privilegios de ambos mundos, olvidándose de cualquier tipo de coste relativo. Y es que, en España, los auto consumidores eléctricos permanecen conectados a la red eléctrica, de forma que complementan su consumo de esta manera, por supuesto sin pagar ni un euro por ello, a la vez que disfrutan de sus paneles solares y denlo por hecho… ¡de las subvenciones del gobierno! ¿Que como se paga o financia todo este despilfarro?… a través de impuestos a los que no tienen paneles solares.

Todo lo que acaban de leer en las líneas anteriores es lo que quieren muchísimas formaciones políticas que ocurra, excepto el PP, que entre todas estas discusiones saco en claro la única propuesta coherente… el llamado “impuesto al sol”. En España las redes eléctricas tienen costes mayoritariamente fijos, ya que la demanda suele ser inelástica, y los consumidores tienden a tener un gasto muy similar mensualmente. Por esto, si los auto consumidores no pagan ni un euro, pero tienen la red eléctrica como colchón, se está reduciendo la eficiencia y productividad de este mercado, ya que se está promoviendo que pierda cada vez más dinero, algo muy similar a la evasión fiscal, ya que se usa la electricidad de la red, pero eso sí, no se paga por ella.

Uno de los muchos subsidios que conocemos, y que existen en España, es el popularmente conocido como balance neto, y consiste en el almacenamiento de excedentes de energía cuando hay luz solar, para luego utilizarla en tiempo nocturno, y que los costes sean absolutamente nulos. Pero claro, los paneles solares no tienen capacidad de almacenamiento, y para guardar el excedente de energía se deben usar unas baterías carísimas, por lo que los auto consumidores deciden emplear de nuevo las reservas de la red eléctrica para ello, claro está sin pagar un solo euro, lo cual es un gran coste para muchos ciudadanos y un gran privilegio para unos pocos, los propietarios de paneles solares en sus viviendas.

AQUÍ PODEMOS OBSERVAR UN GRÁFICO INDICANDO LA CUOTA DE MERCADO DE LAS ENERGÍAS RENOVABLES EN ESPAÑA:

En España todavía estamos a tiempo de dar marcha atrás a ciertos movimientos que se han realizado en torno a la política de autoconsumo. En primer lugar, se deberían de fijar unas cuotas simples por el simple hecho de estar conectado a la red, este esta siendo utilizada o no, y por supuesto cuando se necesite usar, que sea cobrada a precio normal para los auto consumidores. Dentro de esta medida, los propietarios de paneles solares podrían desconectarse totalmente de la red eléctrica si así lo desean, reduciendo todo tipo de gastos, aunque de esta manera se aislarían completamente, alejándose al 100% del mercado energético, lo que haría imposible a muchos de este tipo de consumidores la acción de verter o almacenar el exceso de energía para ser usada en un futuro, lo que conllevaría a una mayor ineficiencia y por lo tanto a un coste más alto, sino se cuenta con ese medio, que hoy en día puede ser tan solo proporcionado por las grandes eléctricas. El gobierno del PP fue el único que se atrevió a poner en marcha una de las propuestas, que en mi opinión ha sido la más fructífera de muchas de las cuales hemos podido ver durante la legislatura. Y es que, lo que mucha gente llama “impuesto al sol”, se basa solo y exclusivamente en cobrar una cuota fija a los auto consumidores de energía por el servicio que se les ofrece de respaldo y conexión a la red eléctrica, teniendo la posibilidad de independizarse y desconectarse completamente de la red, librándose de pagar cualquier cuota, pero incrementando los costes en la producción de esa energía, al no contar con ningún tipo de economía de escala, por lo que la calidad de la producción se ve afectada negativamente. La segunda parte del “impuesto al sol”, se basa en reducir las subvenciones que se ofrecen a los auto consumidores, las cuales solo sirvieron para causar una burbuja en el mercado energético, y generando inflación en el precio de la electricidad; por lo que la decisión más coherente era reducir estos subsidios, obligando a los auto consumidores a tener que ser eficientes en el mercado, lo cual es un incentivo a la competencia.

PODEMOS VER UN GRÁFICO INDICANDO LOS COSTES Y LOS BENEFICIOS DE LA PRODUCCIÓN SOLAR EN ESPAÑA:

Para eliminar el segundo problema en relación al auto consumo; el ya antes mencionado balance neto, se podrían fijar precios por hora de almacenamiento y uso de la energía vertida. Es decir, dependiendo de a qué hora el auto consumidor guarde la energía, y sobre todo a qué hora la utilice, el precio será distinto dentro de una franja horaria. Esta medida ya la hemos visto impulsada en países como EEUU, el cual destaca por su eficiencia energética y gran uso de recursos renovables, autorizando al auto consumidor a desarrollar su función libremente, pero haciéndole pagar por la subcontratación que hace de la red eléctrica para sustentar sus bases o verter la energía. Y no olvidemos que, durante la pasada crisis económica, la gran cantidad de subvenciones que se dieron a las eléctricas fueron las causantes de la caída de la productividad y el incremento del déficit en el sector energético.

Finalmente, podemos ver que el “impuesto al sol” es una buena medida, ya que ayuda al consumidor general al hacerle pagar precios más bajos por un mejor servicio, debido a que esta medida incrementa la competencia en el mercado, al reducir los privilegios de los auto consumidores y hacerlos competir en igualdad de condiciones. Esta propuesta también respalda el crecimiento económico del sector energético, y sobre todo de las renovables, ya que haciendo pagar a los auto consumidores por su conexión a la red eléctrica incentiva la oferta de este tipo de servicio, generando mayores beneficios. Al eliminar las subvenciones a este tipo de producción eléctrica se previene también la inflación de los precios, ya que se evita que se cree una burbuja qué a la larga, y cuando explote haga incrementar los precios, produciendo una locación ineficiente de los recursos, tanto de producción como de los consumidores. Al prevenir el riesgo de inflación, y al eliminar las subvenciones, generando una mayor competencia, hacemos que los precios se mantengan estables y relativamente bajos, lo cual genera una estabilidad en el mercado e incentiva la inversión extranjera. A favor del autoconsumo, sí, pero del que no goza de privilegios respecto al mercado de las eléctricas, dando pie a la libre competencia. Y como dijo el padre del management, Peter Drucker: “La prueba de una innovación no es su novedad, ni su contenido científico, ni el ingenio de la idea… es su éxito en el mercado.”

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