IMPUESTO DE SUCESIONES, ¿ES REALMENTE JUSTO?

14.10.2015 22:04

 

En las últimas semanas, venimos viendo que uno de los  temas más tocados en los debates económicos, es el Impuesto de Sucesiones, el cual hay gente que ve justo para favorecer a la sociedad, a lo que otros refutan los valores del liberalismo económico.

En primer lugar, encontramos el lado que se encuentra a favor del Impuesto de Sucesiones, y puede llegar a ser comprensible. Si hablamos sobre justicia social, algunos alegan que el Impuesto de Sucesiones, beneficia en exceso a los receptores, que ya que no han producido su riqueza, deben colaborar con la sociedad aportando un poco de la misma en forma de impuestos. Los argumentos socialdemócratas sobre el Impuesto de Sucesiones son infinitos, pero a mí me gustaría detenerme en un punto que me llama la atención, según varios reputados economistas, el Impuesto de Sucesiones, al no ser meritorio, debe tener una parte colaborativa con el estado; pero digo yo, ¿somos realmente capaces de decidir si alguien se merece o no el dinero que le pertenece? Si es verdad, que en muchos casos, algunos critican que los ricos que han obtenido sus bienes, no por esfuerzo propio, sino solamente de familia o amigos, deban colaborar mayoritariamente; pero ¿nos estamos interesando por la sociedad o solo estamos creando una réplica de la envidia, al no vernos nosotros en su misma situación?

La riqueza económica de una persona se puede medir de muchas maneras, pero siempre dependiendo desde donde se evalúe. Cuando una persona recibe un bien, independientemente del valor que tenga, tiene dos opciones; o bien invertirlo (tanto montando su propio negocio, o buscando opciones financieras de las que beneficiarse), o derrocharlo, dedicándolo únicamente al disfrute, manera de la cual el valor terminará por desvanecerse. Con estos argumentos acabamos de contraapelar la tesis de la injusticia social de las grandes sucesiones, dejando claro, que independientemente de las coincidencias de la vida, al final cada uno produce su propia suerte.

Desde el punto de vista estatal, el Impuesto de Sucesiones, se puede entender también como algo innecesario y contraproducente, ya que en caso de que no hubiese otro tipo de impuestos sobre los grandes capitales; se podría entender el cobro de este mismo, pero viendo la gran presión de impuestos a la que están sometidas ahora mismo las grandes fortunas, muchos futuros herederos de una gran herencia familiar, emigrarían a otros países con presión fiscal más reducida. Así dejarían de tener que pagar impuestos al estado español, el cual recauda , en la suma de IRPF + Impuesto de Sociedades, casi un 30% proveniente de sueldos de más de 120.000 euros brutos anuales; los cuales buscarían alternativas de vida en otros países tratando de salvar así gran parte de la herencia familiar futura. De esta manera, el gobierno perdería una grandísima parte de su recaudación fiscal anual.

En conclusión, una eliminación del Impuesto de Sucesión sería beneficioso para todo el mundo, tanto para el receptor, como para el beneficiado de segunda mano, e incluso para el gobierno, ya que el Impuesto de Sucesiones no sirve para beneficiar a los pobres, ya que no cumple con esta función, sino para perjudicar a los ricos. Y como dijo Margaret Tatcher: "No hay libertad sin libertad económica ".

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