HACER BUENO A ZAPATERO

06.04.2019 18:13

Se avecina tiempo de elecciones. Según la Ley Electoral aún estamos en periodo de pre-campaña, pero tal y como hemos visto a lo largo de estas semanas, los diferentes partidos ya han presentado sus lemas, realizado multitud de actos, sus líderes han acudido a los principales programas televisivos… Básicamente, ya ha empezado el show. Entre todos estos actos de campaña, entrevistas, fotos, discursos… siempre se dedica un pequeño espacio de tiempo a presentar el programa económico de cada partido en cuestión. En dicho programa, se encuentran plasmadas las medidas que los partidos pretenden llevar a cabo e implantar si llegan al poder. La semana pasada presentó su documento el PSOE, siendo este un panfleto (en el sentido literal de la palabra), con 110 medidas con menos cálculos y números que un examen de Primaria. Pero es no es lo peor de todo, sino que lo más peligroso es que todas y cada una de las medidas promueven dos cosas: un mayor gasto público y un incremento masivo de los impuestos. Tristemente; para los pocos números y datos que incluye el programa del PSOE, los que incluye sirven para representar una explosión del déficit de cerca de 27.000 millones; que analizaremos detalladamente más adelante. 

No debemos olvidar, que el PSOE en esta campaña está evitando hablar de economía porque conoce cual es la situación real. Sabe que la mayoría de indicadores adelantados tanto de la OCDE como del FMI muestran perspectivas muy negativas para la economía española, y Sánchez parece seguir sin querer arreglarlo. Se dice que los humanos somos los únicos animales que tropezamos dos veces en la misma piedra, pero deberíamos repensarlo, porque los socialistas revientan al alza esa estadística. 

Yo no tenía aun conciencia política o económica durante la presidencia de Zapatero, ya que en 2008 tenía tan solo 7 años, pero habiendo leído sobre él y su legado (si es que se puede denominar así), puedo afirmar con bastante tranquilidad que Pedro Sánchez es capaz de hacer que veamos a Zapatero con buenos ojos. Si no se fían, ya verán. Para ello hace falta que echemos un vistazo a las medidas económicas del programa del PSOE. Vamos a ello.

Como pueden imaginar, el programa económico del PSOE está plagado de subidas de impuestos. Repleto de ellas. La más llamativa de todas es aquella en la que se pide converger hacia el promedio de recaudación de la Unión Europea, en términos de presión fiscal (ingresos fiscales/PIB). Para que se hagan una idea, la presión fiscal media de España es de un 34,5%, mientras que la media de la UE se sitúa en un 40,2%, casi 6 puntos superior. Atención, esto no significa que nuestra fiscalidad (esfuerzo fiscal) sea baja, sino que la eficiencia recaudatoria es más baja que la media de la UE, debido principalmente; como ya he expuesto en ocasiones anteriores, al alto desempleo y temporalidad estructural del modelo laboral español junto al pequeño tamaño de la empresa española; con más del 90% siendo pymes. Mucha gente no se ha parado ni a pensar lo que supone “converger hacia la media de la UE”, y es que este 6% del PIB equivale a 66.000 millones de euros. ¡Un rejonazo fiscal de 66.000 millones! A continuación, aunque falto de numerología, el programa socialista pide aumentar el Impuesto de Sociedades, el IRPF a los tramos más elevados y el Impuestos de Patrimonio. Todos sabemos que lo de hacer que “los ricos” paguen más IRPF y con eso financiar todos los unicornios socialistas es imposible, ya que el 0,5% más rico de España, aporta un 16% del total de la recaudación. ¿Y que es lo que hacen siempre los intervencionistas? Muy simple… bajan el listón de “renta alta” hasta hacer que una persona que gana 60.000 euros al año pague cerca de un 50% de IRPF; que era lo que proponían los socios de gobierno del señor Sánchez. Es decir, en vez de elevar el nivel medio de riqueza, reducen el listón a la hora de cobrar impuestos y arreglado. A seguir ordeñando al contribuyente. 

Cuando ya pensábamos que la sección de aberraciones impositivas había terminado, Sánchez nos sorprende con múltiples renovadas ocurrencias. Propone aumentar el impuesto sobre las ganancias de capital, introducir una Tasa Google (¡Que ha sido rechazada por la UE… y su rechazo promovido por los países nórdicos!), instaurar la Tasa Tobin (impuesto sobre transacciones financieras), y multitud de nuevas tasas verdes. Por favor, no quiero que crean ustedes que no introduzco números o datos sobre estos impuestos porque no quiero. Al contrario. No introduzco números porque el programa del PSOE no los aporta… ¡ni uno! No se preocupan ni de detallar la cuantía de las subidas impositivas. Supongo que así les será más fácil comprar votos. Los autónomos tampoco se libran de lo suyo, ya que el panfleto socialista expresa lo siguiente: “Modificaremos el Régimen Especial de los Trabajadores Autónomos…”, y a continuación propone que aumenten su cotización. Saquen ustedes sus conclusiones. 

Lo único que van a lograr la fiscalidad opresiva de Sánchez si logra salir elegido, es, reducir la liquidez de los mercados financieros, espantar cualquier empresa que hubiere deseado invertir en España, frenar el desarrollo tecnológico al aumentar los costes de dichas compañías, incrementar el precio del gasóleo, el gas y la luz, y zurcir a impuestos sin prestaciones adicionales a los ya maltratados autónomos. 

Y ahora viene la verbena de gasto. Como no puedo detallar todo por falta de espacio, pasaré a comentar los tres aumentos de gasto más relevantes. En primer lugar, Sánchez propone una renovación del Sistema Nacional de Salud, abriendo nuevos centros, e incluyendo multitud de servicios nuevos, como por ejemplo, la salud bucodental. Para que se hagan una idea, el coste de esta propuesta junto al incremento de financiación a ciertas CCAA destinado a educación supone un aumento del gasto cercano a 20.000 millones. Asimismo, podemos leer en el programa como el PSOE pretende establecer un Ingreso Mínimo Vital, para generar mayor dependencia del Estado y reducir los incentivos del mercado laboral; lo cual conllevará un coste monetario directo cercano a los 2.500 millones. En tercer lugar, vuelve a hablar de armonización con la UE, esta vez en materia de I+D+i, lo que supondría un aumento del gasto de 7.000 millones; cuando ha sido ampliamente demostrado que los países con mayor y mejor desarrollo tecnológico son aquellos con mayor libertad institucional y menores trabas burocráticas; no aquellos con mayor gasto. Para finalizar, el aumento de la baja de paternidad a 16 semanas y su carácter intransferible supondrá un aumento del despilfarro publico que ronda los 1.100 millones anuales. Por separado puede parecer poco, pero solo las medidas prioritarias del gobierno de Sánchez, y recalco el “solo las prioritarias”, suponen un incremento del gasto público de 30.600 millones; tal y como demostraba el economista Daniel Rodríguez esta semana en Libertad Digital. 

Para complementar la orgía de gasto publico, Sánchez propone eliminar el factor de sostenibilidad de las pensiones e indexarlas al IPC independientemente de la situación económica, eliminar la reformar laboral de Mariano Rajoy (sin la cual seguramente habríamos terminado como Grecia: rescatados, hiperendeudados y con desempleo masivo) o incrementar el salario mínimo hasta los 1.200 euros; lo cual de manera automática generaría un mayor desempleo; sobre todo entre los jóvenes, y conllevaría a un aumento de gasto en materia de prestaciones por desempleo. No pare de reírse todavía, que viene lo mejor. Y es que Sánchez ha copiado la burda y destructiva idea de Alexanria Ocasio Cortez acerca de poner en marcha un “Green New Deal”, a través de masiva inversión publica en energías renovables, cierre forzado de plantas que utilicen combustibles fósiles, subvenciones masivas al automóvil eléctrico… y por supuesto, infraestructura a punta pala. Nos vamos a reír del Plan E. 

Pero todo esto son planes de futuro, que votemos y recemos para que Sánchez no pueda implementarlos. Lo realmente importante es el daño que ha hecho Sánchez hasta hoy en día, la destrucción económica que ha causado y la explosión del déficit que han generado sus inútiles viernes electoralistas, que él, como buen gramsciano, hace llamar “viernes sociales”. Solo los viernes sociales; según datos de la AIReF, costarán este año 920 millones al conjunto de los contribuyentes, a lo que debemos añadir 1.500 millones por la indexación automática de las pensiones al PIC, más 1.313 millones del plan trienal para el desempleo de larga duración; que no hace más que perpetuarlo… es decir, un total de 3.770 millones de gasto público añadido gracias a sus “viernes del despilfarro”. Y no lo digo yo, lo dice la AIReF, al igual que afirma que como mínimo, el déficit anual cerrará en 2,1%, ligeramente superior a la cifra del 2% del PIB que había estimado la Ministra Calviño, saltándose el noble objetivo de déficit del 1,3% fijado por Mariano Rajoy, para lograr salir con solvencia del Procedimiento de Déficit Excesivo de Bruselas.

 

En conclusión, estamos ante un Presidente, que con tal de comprar unos cuantos escaños más; como si de carne picada al peso se tratase, esta dispuesto a despilfarrar el dinero de todos los españoles, a reventar los objetivos de déficit, y hacernos volver a ritmo acelerado a septiembre del 2008. ¿Y que ocurrirá entonces? Pues que saldrá Carmen Calvo a recordarnos que “el dinero público no es de nadie”. Al final lo logrará. Sánchez va a conseguir hacer bueno a Zapatero. 

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