EL DOW JONES SUBE UN 0,37% EN LA SEMANA

Esta semana el primer indicador estadounidense ascendió 62 puntos, llegando a las 17.006 unidades generales, progresando así de mayor manera que la semana pasada. El parqué neoyorquino cerró tanto el jueves como el viernes en verde, mientras que las tres primeras jornadas continuó hundiéndose.

En paralelo, la tasa de desempleo norteamericana se mantuvo en el 4,9%, creándose 240.000 nuevos empleos en el mes de febrero, lo que afectó positivamente a casi todos los índices de renta variable del norte del continente americano. Esto proporciono mayor seguridad a los inversores internacionales, que centraron sus inversiones acorde con la nueva subida del precio del petróleo, generada por la OPEP, que ha revitalizado ligeramente el valor de las empresas de fracking esta semana.

Los principales sectores bursátiles cerraron en positivo, comenzando por el de materias primas que ascendió un 2,04%, seguido por el energético que recortó un 1,56%. Mientras tanto el sector de finanzas avanzaba un 0,71% y el industrial ganó esta semana un 0,52%. Finalmente, completando los números verdes se encuentra el tecnológico, que subió un 0,39% en la semana.

Si miramos hacia los valores particulares, podemos observar que DuPont avanzó un 2,05% esta semana, mientras que Caterpillar ganaba un 1,49% , al igual que Apple que repetía la cifra de ganancias. Boeing les seguía muy de cerca, ascendiendo un 1,22%, y Goldman Sachs escalaba un 0,97%. También encontramos a Walmart que elevaba su valor un 0,94% y General Electric le seguía con un ascenso del 0,73% para cerrar la lista de valores con ganancias de esta semana.

En los números rojos podemos ver que las cinco principales pérdidas son lideradas por Home Depot, que cayó un 0,97%, seguido por Microsoft, que descendió un 0,61%, con Pfizer a continuación, que bajó un 0,60%. Mientras tanto, Nike perdió un 0'34%, seguido por Walt Disney, que se dejó un 0,33% en la general de la semana bursátil.

Estas últimas semanas hemos podido ver como el mercado de renta variable estadounidense se ha vuelto a estabilizar, propiciando así un mayor numero de inversiones a medio-largo plazo, generado por las buenas expectativas sobre el empleo y sobre todo el mercado de petróleo.