Podía ser una tranquila mañana de viernes, en la que como cada día los ingleses se despertasen siendo europeos y realizasen sus quehaceres del día a día de una manera similar a la de sus compatriotas de la Unión Europea. Si a alguno de esos trabajadores se hacía daño físico o necesitaba algún tipo de atención, mientras estuviese en alguno de los 27 países miembros de la UE recibiría esos servicios de atención de manera gratuita. Hasta el viernes, todos los empresarios británicos podían hacer negocio con Estados Unidos y con la mayoría de los países europeos sin ningún tipo de problema ni impedimento, con unos aranceles mínimos y con muchos impulsos para la creación de empresas. Pero no, el jueves durante todo el día la población de Reino Unido votó, y el viernes por la mañana pudimos saber que un 51,9% de los británicos habían elegido recuperar su soberanía nacional y el control sobre sus fronteras a cambio de todos los beneficios, que aunque acarreasen alguna consecuencia negativa siempre habían sido mayores, y a los que la gente de Gran Bretaña acababa de renunciar. Eras las 9.30 de la mañana, y ya se había producido la ruptura con Europa, la dimisión de Cameron como Primer Ministro británico, Escocia había solicitado otro referéndum de independencia para permanecer en la UE y Gales e Irlanda habían expresado su deseo de seguir siendo parte del organismo europeo... esperaba un viernes un tanto intenso, y de esos que se suelen recordar, mientras los populistas y eurófobos daban la bienvenida a una de las peores decisiones tomadas en la historia de UK, y la cual tenía grandes efectos externos sobre el resto de países de Europa... el "Brexit".
Las consecuencias del triunfo de la salida de la Unión Europea, se hicieron notar desde primera hora de la mañana, y eso que en semanas anteriores habíamos podido ver como las bolsas reaccionaban positivamente ante la posibilidad, que por momentos estuvo a punto de convertirse en una realidad de que Reino Unido permaneciese en la UE. Pero no fue así. A las nueve de la mañana, la devaluación de la libra esterlina era tremenda, y se colocaba a niveles de 1,31 en comparación con el dólar, cayendo un 21% tan solo en las primeras horas. Uno de los índices de mayor referencia mundialmente, el S&P 500 descendió un 7% en tan solo tres horas tras conocerse el resultado del referéndum, y es que los inversores, lejos de pensar que era una buena oportunidad para comprar o para vender sus valores en corto optaron por el miedo y arrastrados por la incertidumbre económica y política, retiraron "sus apuestas", haciendo que las bolsas mundiales se hundiesen, y los presentes en cada parquet europeo sudasen por algo más que el calor propio de mediados de junio. Pero recuerden, el mercado no ataca, se defiende, y lo que debemos hacer es no herirlo. Y el viernes lo herimos y bien, clavándole una lanza, atravesando y destruyendo todas las expectativas que se habían construido en los últimos meses, y dejando que el temor se apoderase de la economía global. Esto tuvo un gran impacto en bancos; que retiraron muchas de sus inversiones en territorio británico, o simplemente vieron devaluado su valor, empresas; que paralizaron futuras operaciones comerciales en Reino Unido, ya que ahora los costes para producir en UK serían mayores debido a más aranceles y barreras económicas. Todo esto hizo que se redujese notoriamente las expectativas de crecimiento de prácticamente todos los países de la "Zona Euro".
RESULTADO DEL BREXIT POR ZONAS Y PARTICIPACIÓN:
El Brexit es un completo agujero negro para la economía mundial, que ha producido múltiples efectos negativos y contra-cíclicos en las distintas economías de los países, tanto europeos como en EEUU. La primera de estas implicaciones ha sido la caída de inversiones a nivel mundial hacía Reino Unido y Europa, producido por una caída de comercio y exportación hacia el país. También hemos podido observar como decrecía el valor tanto de la libra como del euro en comparativa al dólar, causando varios efectos negativos en el precio y valor de las materias primas como por ejemplo el precio del petróleo "Brent", que volvió a devaluarse, tras un mes de continuas y regulares subidas. El crecimiento de la economía mundial fue revisado generalmente a la baja por distintos y muy altamente reputados economistas mundiales, lo que indica una futura y muy posible contracción del ciclo económico a nivel global, generado por estas revisiones de crecimiento a la baja.
En las próximas semanas, tanto la FED como el Banco Central Europeo tendrán que tomar varias decisiones en torno al funcionamiento de la economía. Según salió ganador el Brexit el otro día, Mario Draghi anunciaba en comparecencia, unas posibles nuevas inyecciones de liquidez para aumentar el flujo crediticio, asegurando a la gente que esa era una fantástica solución, y haciendo que la población entregase su libertad y austeridad a cambio de un falso colchón de seguridad. Una vez más, castigando a los ahorradores y prudentes para salvar a los ineficientes y derrochadores. Y es que este aumento de liquidez no evitará en ningún caso el desplome de la economía, y solo tendrá un efecto placebo a corto plazo, ya que a largo plazo, y cuando nos demos de cabeza con la realidad, los descensos, tanto de valor monetario como de las bolsas serán mucho mayores que anteriormente, y mucho peores, debido a la creación de aún más deuda, la cual sigue siendo completamente innecesaria y dañina para la economía, haciéndonos enfrentarnos a un riesgo de solvencia y eficiencia crediticia.
Hay varias y posibles soluciones a la salida del Reino Unido de la UE. La primera sería salirse de esta misma pero pagar una menor cuota por mantener los tratados de libre comercio y capitales, tanto con el resto de países europeos como con EEUU, cosa que ya hacen algunos países como por ejemplo Noruega. Eso, sí, la mayoría de el sistema bancario británico se encuentra muy endeudado a costa de la Unión Europea, lo que los coloca en una situación muy frágil, ya que sus activos totales son un 450% del PIB de UK, lo que supondría una debacle si alguna de estas entidades termina hundiéndose por exceso de endeudamiento, generando un enorme flujo de incertidumbre en los mercados. Otra de las principales fuentes de inseguridad en la economía global al momento se trata de las futuras decisiones de Irlanda y Escocia sobre su permanencia en la UE, a través de un nuevo referéndum de independencia. Unos de los temas centrales de estos día está siendo y será durante mucho tiempo, la permanencia o no de Reino Unido en los tratados económicos y de comercio con EEUU y Asia, lo cual puede tener efectos secundarios sobre algunos países como Francia o Alemania.
APORTACIONES REALES DE REINO UNIDO A LA UE EN COMPARATIVA CON SU GASTO PÚBLICO:
El mayor problema por el Brexit lo tendría el sector financiero, tanto británico como europeo, ya que al romperse la cadena con la UE, las medidas regulativas para la inversión en el país serían mayores, pero lo sorprendente es que para invertir desde UK hacia el exterior también serían mucho más grandes los distintos aranceles, para la inversión en activos de renta fija y variable, así como CDF de Hedge Funds británicos. En cuanto al comercio, el impacto sería brutal tanto para Europa como para el Reino Unido, ya que se romperían prácticamente todos los tratados entre los países y la isla, haciendo mucho más cara la producción para las empresas europeas en UK, o para las inglesas asentadas en la UE, incrementando también los costes de contratación. Tras esto podemos observar que el Brexit será un fracaso tanto para Reino Unido como para la propia Unión Europea, ya que esto producirá la caída de los principales indicadores económicos e incrementará los riesgos de inversión productiva.
En conclusión, estos últimos años hemos podido ver como la UE se está convirtiendo cada vez más en un estado hiperregulado e intervencionista, produciendo menor crecimiento que anteriormente, e impulsando medidas de generación de deuda, expansión monetaria; lo cual está generando inflación en muchos países, y una reducción del libre comercio debido al exceso de burocracia. Para evitar casos similares al Brexit, la solución está en reducir el número de políticos, bajar los impuestos, apoyando el crecimiento y la creación de empresas, y dejando lugar a una economía de total libre mercado, generando así un mayor crecimiento por más eficiencia en el mercado y una mayor libre competencia.