¿QUE CAMBIOS SE PRODUCIRÍAN EN LA ECONOMÍA TRAS LA INDEPENDENCIA?

En las últimas semanas, de lo único que se habla en las portadas de los principales diarios nacionales e internacionales es de la posible independencia de Cataluña, que se decidirá en las urnas el próximo 27-s. Pero pongámonos en situación y partamos de que eso ocurriese, y desde ahí analicemos los efectos que tendría en la economía.

En primer lugar, debemos asumir y dar por hecho que la separación de Cataluña de España, supondría la salida de la nueva Nación Catalana de la UE, y por tanto del Euro. Esta sería la consecuencia más inmediata que podría sufrir Cataluña, ya que su deuda se encuentra fijada en Euros y debida a la UE, donde se abrirían dos ramas, la primera, intentar declarar la deuda ilegítima, y por tanto que la pagase España, o en segundo lugar, hacerse cargo ellos mismos de la deuda, lo que supondría años y años de recuperación para Cataluña. Al salir de la UE se verían automáticamente desvinculados del BCE, lo que haría perder muchísima liquidez al sistema bancario catalán, lo cual en un corto plazo, espantaría a las financieras que allí se encuentran domiciliadas.

En segundo lugar, debemos suponer que Cataluña establecería su propio sistema bancario, claro está, sin supervisión ni financiación por parte de la UE. Tras la independencia, las empresas catalanas que fuesen a recibir el plan de ayuda de la UE de 2016, automáticamente se verían desvinculadas de este apoyo económico, lo que produciría la emigración de estas compañías a países miembros de la UE, generalmente España. Tras ocurrir esto, los ingresos del país Catalán serían aún menores, ya que tras salirse del círculo de la UE, los procesos de exportación e importación se dificultan soberanamente, sobre todo para un país tan pequeño y recién creado como sería Cataluña.

Al igual que sucede con los pequeños y recién creados países europeos, Cataluña presentaría mucha incertidumbre de cara a inversiones extranjeras, que preferirían optar por países mejor asentados y con bases en la Eurozona. Y aquí no terminaría la cosa, ya que al producirse menor inversión extrajera, los compradores de producto catalán, no se sentirían muy seguros a la hora de apostar por Cataluña, lo que produciría una muy cercana quiebra.

Como último punto, me gustaría presentar un ejemplo de situación de quiebra de una Cataluña independiente. El día que Cataluña se declarase en bancarrota tendrían que apoyarse sobre su propia moneda, ya que ni la UE participaría en un recate a Cataluña, ni mucho menos países independientes de una unión se atreverían a prestar ayuda a un país que no recibe inversión extranjera. Si todos estos hechos sucedieran, nis encontraríamos en una colina en línea recta que llevaría a Cataluña directa a la devaluación de su moneda, lo que haría que el valor del capital de sus ciudadanos cada vez fuese menor, reduciendo así incluso el consumo interno del país.

En una breve conclusión, podemos sacar en claro, que la independencia de Cataluña, no sería beneficiosa dentro del marco económico, tanto ni para España; que aún así lograría recuperarse, ni para la propia Cataluña, que se encontraría sumida en una devaluación en picado de su unidad monetaria, lo cual le llevaría directa a la bancarrota, tras la cual no recibirían ningún apoyo. Y tal y cómo dijo Esopo: "La unión hace la fuerza y la discordia debilita."