¿ES NECESARIO SUBIR LOS IMPUESTOS EN UNA CRISIS?

La subida o bajada de impuestos durante una crisis suele ser uno de los principales temas de tertulia económica. Hay varias opiniones sobre este asunto, ya que es una de las principales causas interventoras en la rueda de producción y consumo durante el período de recesión.

En primer lugar, las crisis económicas son periodos durante los cuales el sector privado se encuentra fuertemente dañado, ya que se encuentra en una época en la que necesita que la demanda por su producto aumente. Mirando este punto, podemos asumir, que subir los impuestos en este caso haría que el consumo disminuyese, tras lo cuál, las empresas reducirían su producción, al verse descendida la demanda, tras lo cual tratarían de aplicar una bajada a los costes de producción, generalmente haciendo referencia a la mano de obra, lo que tiene una relación directa con el aumento de paro. Tras el aumento de paro, el gobierno se vería obligado a ofrecer más ayudas a parados para tratar de revivir el comercio, lo cual elevaría brutalmente el gasto público.

A continuación, llegados a esta situación, damos por hecho que las empresas se encontrarían súper endeudadas, para las cuáles, supondría un ahogo total, que a la mayoría les haría terminar en suspensión de pagos. Todo esto,afectaría directamente a muchas familias, las cuales verían reducidos o incluso eliminados sus ingresos, lo que otra vez más reduciría la demanda, frenando así la cadena de producción.

En tercer lugar, podemos observar, que en tiempos de crisis, la principal herramienta regeneradora son las inversiones extranjeras, para las cuáles una subida de impuestos es muy negativa, ya que reduce directamente los beneficios de la renta fija a largo plazo. En esta situación, los inversores optarían por países con mayor liquidez y menor intervención gubernamental, como opciones de inversión con futuro a largo plazo. Sin inversión extranjera, el país se vería expuesto a una recuperación muy lenta y menos intensa.

En conclusión, la clave se encuentra en la reducción de impuestos, compensada con una reducción del gasto público a gran escala, haciendo así que el sector privado (el cual aporta beneficios al país), tenga tiempo y permisividad suficiente para recuperarse y salir adelante en la recesión.