En los últimos meses, estamos viendo como se terminan de negociar las principales condiciones, del que será el mayor acuerdo de libre comercio en Europa y EEUU de la historia, ya que entre estas dos potencias, componen el 50% del PIB a nivel mundial. Estamos viendo muchas alabanzas hacia este nuevo tratado, pero también ciertas críticas, que provienen de los que tienen miedo a mirar al exterior, y prefieren solamente incentivar el consumo interno. Pero les aseguro, que la eliminación de barreras al comercio, aranceles y obstáculos legales, siempre es beneficioso para la libertad de mercado, que más tarde se resuelve en forma de beneficios y ganancias. El TTIP, significará la muerte de las barreras y aranceles regulatorios entre EEUU y la UE, creando un gran ambiente de competitividad entre empresas, incentivando así el comercio internacional. Ahora mismo, lo más importante de eliminar de cara a las exportaciones e importaciones son las barreras legales entre ambos sectores comerciales, tanto el europeo, como el americano. Todas estas propuestas pretenden impulsar el comercio aumentando así la demanda y la inversión extranjera, dando lugar a mayor crecimiento a las PYMES y pequeñas compañías.
En dos sectores que se notará principalmente la eliminación de esos aranceles son en el sector automovilístico y sobre todo el alimenticio, ya que las barreras que existen entre estos bloques son muy difíciles de sobrepasar. Si nos centramos en el último estudio del Centre of Economic Policy Research, podemos observar que este nuevo tratado aumentará permanentemente el PIB en un 039% para EEUU, y un 0,48% para la Unión Europea. Si miramos este aumento del PIB por familia dentro de la UE, podemos ver que cada renta familiar tendría un aumento medio de 550 euros anuales. En cuanto a empresas, el TTIP, influirá sobre todo en las PYMES y pequeñas empresas, ya que eliminando las barreras de comercio ayudaría a la internacionalización de estas compañías, reduciendo sus costes de producción y aumentando su oferta de cara al exterior, lo que da lugar a una gran reinversión en la empresa en el corto-medio plazo.
Hay un gran libro escrito por el economista Adam Smith, llamado "The Wealth of Nations" (La riqueza de las naciones), el cual aún no he tenido oportunidad de leer, pero que aplicado al tema puede resultar muy positivo. Dentro de las muchas frases celebres de este libro una muy conocida es: "Lo que toda buena familia hace de forma particular por prudencia, difícilmente puede ser insensatez en el gobierno de un gran reino", lo que quiere decir que si otro país puede suministrarnos un producto más barato de lo que se produce en el nuestro, lo que nos favorece es comprarlo, en incluso comerciar con ellos. Este mismo razonamiento se expresa en muchas de las medidas de economía expansiva del TTIP. En primer lugar, y como ya hemos dicho antes, este nuevo tratado destruiría un 80% de los aranceles que ahora mismo existen en el comercio entre la UE y EEUU, lo que daría lugar a una economía más abierta entre ambos lados del planeta, dando muchas más oportunidades a las PYMES y pequeña empresa, a través de aportar más recursos para la producción y reduciendo los costes, pero a su vez, aumentando la demanda y la inversión internacional. Si el comercio aumenta, es básico que el empleo le siga por el mismo camino, ya que se estima que el PIB generado por el sector industrial de la UE pase del 15% al 20% tras el tratado, lo que daría lugar a unos nuevos 150.000 empleos en el corto plazo en nuestro país, ascendiendo así, de media la renta per cápita un 6% en el largo plazo. Para la UE, supondría personalmente un incremento de sus arcas en 120.000 millones de euros anuales, según datos del CEPR. Al ser España el noveno país con más inversión en EEUU, que también es el segundo que más invierte en España, este tratado sería positivo para ambos, visto desde el panorama del territorio nacional, ya que generaría unos 20.000 millones de euros al año en España, dedicados al sector del automóvil y la industria agro-alimentaria, ya que obtendrían beneficio del menor coste de exportación y la consumición de bienes importados a un menor precio que el habitual.
En esta fotografía podemos ver detalladamente los cambios que se produciría en el comercio con el TTIP:
Si miramos hacia los países desarrollados, las economías con mayor índice de libertad económica fueron las que más crecieron, de media un ascenso del 2,35 del PIB en los últimos diez años, mientras que las economías mayormente cerradas, crecieron de media un 0,7%. La liberalización del comercio de un país es muy importante, ya que logra una mayor eficiencia en sus empresas y hace crecer el índice de producción al ascender la demanda exterior.
En conclusión, el TTIP dará lugar a la eliminación de muchos aranceles en el comercio, logrando así una mayor fluidez, que dará al consumidor un mayor rango de oportunidades, mientras que las empresas tendrán la ocasión de reducir costes y aumentar demanda, sin la necesidad de hacer una adaptación de sus bienes y servicios.